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Esperar lo Justo es Quedarse con Nada

De los modernísimos y de las causas igualitarias sólo me he ganado los insultos a mi alma noble y supersticiosa. Ahora resulta que debo pelear con mi nula paciencia por la idea de amar. Ya no puedo ser y sentir, ahora me toca suponer e intentar. Ser madre una y mil veces es peor que matar, es un nuevo delito y es la vara con la que miden la inteligencia de las personas, como si la inteligencia fuera igual para todo el mundo, ¡ah, pero claro que lo es! mi pensamiento igualitarista, debe igualarse a las igualdades de aquellos que luchan por ser iguales, ¿acaso nadie les dijo que la igualdad es un discurso barato y diseñado para convencer y persuadir las almas sin vocación inicial? Hablemos del amor que es quizá lo más común que tengo con los humanistas. Llevo 20 minutos recostada en mi sofá, acabo de tener sexo con el hombre que probablemente es mi amado. Viene tarde  de la noche, cuando nadie está en el balcón siguiendo sus pasos, me seduce, nos tocamos, me hace el mejor sexo o...

La Naturaleza De La Decisión

La decisión, esa que sólo llega cuando no hay nada qué hacer, cuando ya no se siente, cuando ya no se llora, no se extraña, no se necesita. ¿Para qué insistir? Si las fuerzas ya no dan para nada más que para descansar, es darse por vencido, pero bañarse en alivio. Ya no hace falta, ya da igual, ahora es más feo, su poder dura poco, es aburridor y no tiene nada más para dar que su infame orgullo con el que me mata cada tanto que está conmigo. Ya no duelen esos disparos, ya la música suena a obra y no a lamento, ya no está presente la mayoría del tiempo en mis latidos. Ahora me hace negarlo, no me interesa imaginarlo, se siente viejo, podrido, contaminado. Es la historia llegando a su fin, así sin moralejas, sin cartas nuevas, con la necesidad de dejarlo perdido en la nada de aposta. Es como ese sol intermitente en las ramas, quema por breves instantes que aunque cortos resultan incómodos. Ya ni los ojos reaccionan ante su voz. Se trata de esquivar peatones, de apagarle la luz para que...

Sumergirse y salir librado

Foto por Guajira Psicodélica. Eres como las arenas movedizas, vienes, formas de los charcos ríos y tormentas, sonríes y nada cambia más que la marea de este espíritu. Haces de las ruinas un templo del que ya no quedan visitas. Te creo un ángel y me hablas como demonios. Sientes la brisa y destruyes la hierba. Estableces un mundo en el que los días fingen ser rutina y los tiempos son capricho de tus garras. Aún permaneciendo en tu mirada, siento mía tu sonrisa, me dilatas el pecho con tus sueños, me niego a dejar de querer y entro dormida a tus placeres. La muerte, esa que nos ronda y conoce este secreto, le habla a mi amante de tus sustanciales intensiones y del café que cada mañana con su sabor insuficiente y común guarda nuestros besos infantes, avergonzados y herméticos. Por lo pronto nos queda un baile más, una costa plagada de aves que mueven sus alas como cuando se han entrelazado tus brazos con los míos, nos queda la réplica exacta de un temblor en el sexo cuando te...

Cuando Llega En Forma De Muerte

Photography by: Guajira Psicodélica. Existen momentos de la naturaleza que nos obligan a sentir por más escasos que sean los sentidos. Creo que nunca le he creído a la muerte, más si la he sentido y he derivado sus nauseas en mis lágrimas. Sin duda siento que desde el día que te perdí he vivido en nuestra tumba recostada debajo de la hierba que crece como los minutos en el destino. No paro de buscar en el espejo a esa mujer que puede abrazarte justo ahora, justo ahora que me he tenido que echar a correr. De mis recuerdos sólo puedo decir que han llegado a ser tan poderosos que le pueden más que a la ira y los egos. Y con las alitas rotas elevo oraciones y cartas que nunca leerás y me basta con la idea de ir más allá para que así pueda besar los rastros de tu paso que por el suelo se quiebran, como estos huesos cuando se juntan con los tuyos y por desgracia con los de ella y otras. Así las cosas, suponer que hoy no hace sol, que la suerte no está del lado de nadie, que l...

Ambivalencias, hermosas ambivalencias

Habíamos fingido meses atrás. Apenas por momentos las palabras se cruzaban, como si la cortesía sirviera en momentos en los que la pasión desborda por las orillas de los ojos que simulan indiferencia. Teníamos varios Pre-textos, Unos figuraban como glosas de un texto, otros diálogos como onomatopeyas y figuras de dos piezas, diástole y sístole. El olor de lo humano y sus licores, los vicios y los pre-jucios habían ganado sentido. La luna variaba su significado simbólico. Las terrazas existían como rincones del cielo. Eras tu como cuando nada tan básico podía contagiarte. Tuvimos los segundos como eternidades en un plano de intrigas y la mejor sexualidad. Aferrada a tus tatuajes como una medusa se cala en la piel de su víctima, tuve que entender que la mujer de tu diestra no era un simple ser de la noche, sino que era el relieve de mi cuerpo aferrado a tu destino, a tu recuerdo, a tus reflejos. Ahora que estoy lejos de las cartas y las canciones no siento más que al mundo distr...

La enfermedad

Tengo guardada en el alma la deuda más grande que pueda generarse en la vida. No se trata sólo de mi sueño, sino del sueño infinito de mis viejos. Llevo cuatro días en cama, sola y papá viene todas las  noches y me observa en llantos, mamá pasa por las mañanas y me aplica los medicamentos. Ambos le temen como yo a la noche, porque cuando llega trae consigo a la soledad y ellos me abrazan, me secan las crudas lágrimas, me quieren distraer de la trampa del dolor pero es lógico que el día que elegí mi destino nunca nadie permanecería a mi lado en las noches. Hace una semana papá cantaba para mí en una serenata, recordaba que sus metas no eran sólo sus sueños, sino que eran mis ojos llenos de vida, pero no lo logró, nunca fue así. Yo y mis pésimas elecciones lo llevaron al fracaso, a verme sola, destrozada y olvidada, como si a mis ventitantos yo fuese como la mercancía recién salida de la fábrica, pero puesta en la góndola de ofertas por defectos.  Papá y mamá se convirtiero...

Carta a una constante despedida

Cuando tuve que resignarme a perder la partida en un proyecto de vida que creía mío, me di cuenta que no solo con él, se iban los recuerdos, las ansiedades y los propósitos, había algo más que debía acostumbrarme a dejar ir, cuándo ese momento llegaba cada 15 días exactamente, el espíritu se me desangraba, el llanto brotaba a gritos por mis ojos que alguna vez, una primera vez prometieron aferrarse a tu luz. Cada viernes las manos rasgaban la tierra, era mi cuerpo desprendiéndose de su parte más vital y es que siempre a las malas y por culpa de mi presión descontinuada nos obligaron a romper el cordón que no unía. Cuando naciste no era hora, pero ese episodio de dolor que desgarró nuestra unión me hizo notar que eras la parte de mi ingenua vida que más iba a necesitar, solo así permanecer en paz conmigo, con la razón y con las inconformidades de tu padre, sería más llevadero que incontrolable. Él me castigó con sus odios, me tocaba solo para repudiarme y en seguida la deud...