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Alexander (más cartas)

Cada vez que voy a empezar una carta como esta, recuerdo la promesa que me hice; pero es tan difícil cumplir con guardar la distancia entre los dos, más cuando sé que la vida ha querido unirnos, pero el hombre lucha por separarnos. Quiero decirte mil veces ven, invocar tu nombre sin rabia, tenerte en casa guardando los tesoros que nos prometimos. Tengo la sangre oscura y la piel helada, siento que me ahoga la rabia de mis días de impotencia. Creo que hacerte cartas que jamás vas a leer, es la única forma que tengo de alimentar el alma, y es que me parece extraño no verte para decirte de frente que aun, en mi, se mantiene intacto el último beso, por fortuna el tiempo, siempre tardío, juega con nuestro fantasma en la cama, llevo la cruz de aquellos que suben a nuestras cabezas para ver del otro lado del muro. Amigo, no puedo darte minutos de gloria, pero sí días de vicios no tan empalagosos. Hagamos el ultimo pacto, ya sin argollas y fiestas, dejémonos ir por la ruta de la intim...

En plena luz

Era impecable, tanto que yo no contrastaba con su figura, pero así con tanto error en cada prueba, estuvimos unidos por un tiempo difícil de medir. Era de los homofóbicos casi violentos, de los que cada viernes debía oler a lo que huelen los niños "perfectos", con él empece a desafiar mi rebeldía cotidiana, la que  mi madre extrañaba cuando me escapa de la misa, llegaron los peinados, la ropa un poco más ajustada y los relojes. Ya no era yo y él no era nadie. No había forma de hablar porque lo único bueno era tocar lo que el tiempo se come con la amargura. Eramos jóvenes, yo valía los mismos 4 pesos de siempre y él seguía siendo el empaque perfecto de las sodas y los jarrones. El tiempo nos hizo alegar, gritamos cuando el mundo solo era de los dos, anduvimos desnudos por toda la casa y fuimos padres, hicimos del cuerpo un sueño, pero su burla diaria hacía el destino lo hizo fracasar conmigo, lo odié, pensé en asesinarlo, lo miraba mientras dormía llena de penas, de luces...

Mátame

Creo que tengo los documentos en la mano, y antes de firmarlos, juego con los lazos, con las puntas del camino. Tengo puesta el alma como un zapato en el pie que no es. He visto volar los sortilegios por la casa, las bibliotecas se robaron los libros y las polillas me comieron la piel. Ya estoy vieja, ya no canto, ya no recuerdo el peso de la memoria. Todo me sigue pareciendo una fábula, están allí como papeles que se adhieren a la pared, me hablan, me buscan en las noches de oscura sombra, yo apenas desfibrilo las piernas, las dejo caerse a cada lado como un par de canicas que seducen la gravedad.  Los besos saben a remedios para el karma, me río de mi y de mi densidad en el espacio. No fuiste mio nunca, ni por un instante de esos en los que fácilmente se manipula el mundo. Los canales del viento son el agua, la luz, la muerte. Los espejos brillan entre las copas, cuentan historias de niños y brujas, de doncellas e infortunios, de filosofías y caballeros. Cuando escribo, la l...

Cartas

Hola: No dejo de alegrarme por tus logros, de preocuparme por tus caídas, de pensarte noche y día, de darle gracias a la vida por lo que tuvimos y por lo que logramos, fuiste un sueño y elegir siempre fue mi regalo. Algunas veces es más fácil rescatar algo antes de ser quebrantado y la magia de todo esto resultó haber sido precisos con nuestras preferencias. Un pacto de cuida, se libera, se contempla, se extraña, se ama, se llora, se guarda, se alimenta. Un pacto somos los dos. Llevo conmigo la pesadez del hombre, la necesidad del sexo y la mentira del amor. Llevo horas y horas creyendo en palabras livianas. La vida misma tiene dos lenguas, una vive quieta y segura, la otra canta, se rompe, recuerda. Por días dejo de quererte, me hago la sorprendida con tus ausencias y siento los golpes que nunca nos dimos. Por días me abrazo a la hoguera de tus nuevos espíritus, me duele, me arde el alma.  Sigo escondiéndome para llorar, sigo presumiendo de una sonrisa postiza, sigo e...

Por cualquier orilla

Hay un viaje que quisiera emprender, es justo ese que me transporta en tu escritura, en la extensión de tu pensamiento, en la magia irónica de tu mano dibujando una historia. Hay algo por lo que me mantengo ahí, se trata de lo extraño en tu imaginación, la locura con la que hago vibrar tu nombre en mi garganta que se hace extensa cuando habitas en ella. Yo no salgo de mi necesidad por irme lejos, hablar de ti con todos, oír la extrañeza de tu vida naciendo de nuestras constantes ausencias y fijarme en el corredor de las nubes para sentir en la distancia como es dormir entre tu piel. Aunque en el pasado mi lucha era otra, muy parecida a la de aquellas que se fijaron en las cadenas para quemarlas con la rabia de su mirada, yo sentía que debía liberarme, aquel momento era extraño, era otro ritmo que hacia doler las llagas de un amor simple, básico. Tuve un hijo con él y sin pretender algo, estuve a su lado por cinco innecesarios años. Su nombre era oscuro y su...

Tres 14: De algunas canciones.

Fue hace varios días,  tal vez meses,  pero el destino quiere que diga que fue cosa del pasado. Supongo que tu,  también dirás lo mismo yo solo puedo decir que tal cantidad es un 314. Esa noche subimos y con la aurora yo huí porque del 314 a la calle la distancia parecía enorme. Me miraste con tu voz, cuando el silencio crecía y en la 314 me acariciabas los labios como quien evitarlos no podía. Solo un 1 separa las 3 de las 4 yo sabía que debía volar para no llegar tan tarde como siempre. Como un acorde eterno decías oh Cariño Quédate conmigo, and darling stand by me.

Te quiero antes de irme

Si tengo que despedirte lo haré no con la sensación de nunca más volverte a ver. De hecho creo aun en un lugar en que alejados de los  demonios que nos rodean, podamos ser solo tu y yo, sí lo sé, es demasiado utópico. Hay algo transparente, algo intacto desde hace mucho tiempo, se llama arrepentimiento y poder. Arrepentimiento, porque no dije nunca la verdad y poder, porque sé que en cuanto lo sepas la ambición de quererte conmigo va a crecer. Me permito así, declararme culpable. Soy quien custodia la ira de un amor desenfrenado, erótico y sensible. Lo confieso, paso minutos eternos bajo el agua, pensando en qué sería y cómo sería. Sí, estoy algo loca, hablo de mi, conmigo y de mi, sin ti, frente al espejo, duro horas suponiendo una conversación distinta contigo. Te sueño, te pienso y dejo a un lado mi piel, me arranco el alma para dejártela las veces que estás cerca. Hay una deuda entre nosotros y es tan grande que no logro medirla con palabras. Disfruto aferrarme a los m...