Creo que tengo los documentos en la mano, y antes de firmarlos, juego con los lazos, con las puntas del camino. Tengo puesta el alma como un zapato en el pie que no es. He visto volar los sortilegios por la casa, las bibliotecas se robaron los libros y las polillas me comieron la piel. Ya estoy vieja, ya no canto, ya no recuerdo el peso de la memoria. Todo me sigue pareciendo una fábula, están allí como papeles que se adhieren a la pared, me hablan, me buscan en las noches de oscura sombra, yo apenas desfibrilo las piernas, las dejo caerse a cada lado como un par de canicas que seducen la gravedad.
Los besos saben a remedios para el karma, me río de mi y de mi densidad en el espacio. No fuiste mio nunca, ni por un instante de esos en los que fácilmente se manipula el mundo. Los canales del viento son el agua, la luz, la muerte. Los espejos brillan entre las copas, cuentan historias de niños y brujas, de doncellas e infortunios, de filosofías y caballeros. Cuando escribo, la letra mantiene el sonido de un piano que tocó las fibras del pecho hace muchos años y hoy sobrevive con los latidos sutiles de una alfombra ardida por la madera liviana que sale de la chimenea.
La respiración es la espía de las palabras húmedas por las lágrimas: pausadas, irrisorias, suspensivas, muertas...
Y estos besos se dividen en un antes y después que no se repite, pese a que se desee en lo más profundo del alma. Ahora que no eres mío ni yo tuya, viajamos por lugares diferentes y nos encontramos en sueños que nos permiten vernos una vez más (pienso que la vida es justa y nos regala estos momentos para un último momento, una mirada, una sonrisa, un rose y abrazo)... Sin más la vida sigue alejándonos. Me levanto deseando no verte nunca más.
ResponderEliminarAquel mito de los sueños, viene a tocarnos a la puerta Nathalie, ¿estamos listas para caer en los infortunios de un beso que se desvanece con la madrugada? Soñar y vivir el sueño es la marca de un buen recuerdo impreso en el alma.
EliminarUn respiro entre un sueño y la realidad... Te extraño y espero no verte más..
ResponderEliminarLas dicotomias de la vida suelen ser planas, blanco/negro, ir/venir, lleno/vacío, pero las contradicciones del amor son veneno para quien nunca deja de amar: ser/estar, extrañar/odiar... Erika, no soy tu horóscopo, pero me atrevería a decir que en tiempos de decadencia, suponer el amor es lo menos peor.
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