Imagen By Guajira Psicodélica. Empecé contando las calles que sin querer me llevaban a tu casa, 45, 46, 52, 53, 55, 58, 59... pasé de largo, negándole a la mente el poder de aniquilarme con recuerdos. He pensado en ti, más de lo habitual, suspendo mi mirada en las botellas de ginebra vacías, que heredé de ti y ahora se quiebran por toda mi casa. Entiendo que no es mi guerra, ni mi país, pero no duermo de saberte melancólico, de mirarte más silencioso y ausente de todo. No tengo frío, pero debo admitir que tiemblo por la costumbre que deja el estar sola en todo lugar y con cualquiera. La joven dolores se quiebra en llanto algunas veces, le hablan sus novios, y en su dulce pedestal reinan los desiertos, acaricia algo que no existe, hace canciones porque esos amores no dan para construir casas de ladrillo. Sus estribillos hablan de un hombre pálido, si no existe, no es que esté muerto. Mis intentos son como los verdes de la humedad que sobresalen de las paredes, dándole vida a...