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Una Última Carta

Piccirilli He detenido las lágrimas, necesito esa fuerza para empuñar el lápiz, dibujarte, dibujarme tejedora... Es la última carta sobre la mesa, quebrada como mi voz cantando bajo, susurraré el 'nunca más', no podré vestirme jamás, después de haberme hallado sin nada sobre ti ¿porqué no me dejas morir? ¿acaso es mi obligación ir detrás? Los diarios son el peor de mis recursos, no sé hacer más, nada mejor a esta forma de matarme y fingir una eterna sonrisa. El 'aún' en ti es el jamás para los dos, tal vez no me equivoque al llevarme tu desazón, son los temporales los que nos reúnen y nos han vuelto a separar. Guárdame junto a la señorita que te ronda y que nadie me sorprenda, soy el secreto de quien intenta huir... Este papel soporta lo que mi abrigo absorbe, todo lo aprendido ya lo he olvidado y vuelvo a caer en tu mirada favorita, quieta en lo natural de los dos, el único lugar que puede mantenernos. El vientre me ruge, está muriendo, aniquilado por las ...

Colapso Global

Imagen By Guajira Psicodélica. Empecé contando las calles que sin querer me llevaban a tu casa, 45, 46, 52, 53, 55, 58, 59... pasé de largo, negándole a la mente el poder de aniquilarme con recuerdos. He pensado en ti, más de lo habitual, suspendo mi mirada en las botellas de ginebra vacías, que heredé de ti y ahora se quiebran por toda mi casa. Entiendo que no es mi guerra, ni mi país, pero no duermo de saberte melancólico, de mirarte más silencioso y ausente de todo. No tengo frío, pero debo admitir que tiemblo por la costumbre que deja el estar sola en todo lugar y con cualquiera. La joven dolores se quiebra en llanto algunas veces, le hablan sus novios, y en su dulce pedestal reinan los desiertos, acaricia algo que no existe, hace canciones porque esos amores no dan para construir casas de ladrillo. Sus estribillos hablan de un hombre pálido, si no existe, no es que esté muerto. Mis intentos son como los verdes de la humedad que sobresalen de las paredes, dándole vida a...

Finales

Las horas que se pasan sobre este juego, nadie nos escucha y hablamos en otro idioma. Llevándote dentro y si estás lejos te puedo sentir, el asco no basta, me exijo vivir y la enfermedad nos mata. Resistirse a la tentación, a los castillos protegidos por cobardías y el compás de esta conversación. Me pides irte, pero no te vas. Cada libro es tu nombre, tu voz está en el ruido, tu mejor carta aun no la descubro, eres arrogante y tu intermitente presencia es la misma que existe cuando miras hacia acá. Me has hecho escribir, apenas siendo memoria de esta viuda alma. Después de ti sólo quedan manchas sobre el cuerpo, nada sabe igual y apenas tengo que admitir que no soy nada, nada más que nada. Tu corazón es de esos que se dejan acariciar sin estar, tiemblo y tengo que aprobar los espacios de cuerpo y sueños entre los dos. Cerrado, como los labios que no te importan, así es este cuento. Qué demonios quieren esos caminos de mi, que cada ruta se empeña en no dejarme dormir.

Sentidos, Intereses y Silencios

Fotografía por Diamantelocoo Debe saber que nada me importa tanto como el malestar que me queda, no de su ausencia sino de mis encuentros conmigo. Me devuelvo a las páginas en las que no hay más que mi mirada tratando de dejar escrito algo de lo que cargo por dentro. Las horas eternas en silencio, los días que se mojan fácil porque yo así lo quiero, las úlceras de los gritos que callo y su mirada sobre un cuerpo que no es más que eso, carne, volátil que se mata cada día. Los huesitos de mi cuerpo hablan de fragilidad, los hombres hablan entre ellos y yo no le hago caso a mi voz. Me aferro a cuidar de sus labios, cuidar de su risa, me voy pisando la tierra que usted también pisa. Sus manos, sus dedos, me hacen ser la caricia que descansa en ellos. Somos así, en la distancia, la imagen de cualquier espejo. Le cuido sus sueños, cuido su vida, cuido a quien le quiere y cuido a quien le cuida. Sus ojos, son en sí mismos la palabra más bella del mundo. De acuerdo con los caminos ...

La Palabra Más Bella Del Mundo

De nuevo. Otra vez. Tengo el lazo palpitante del corazón entre mis piernas. insisto en aferrarme a la necesidad de arroparme con su sombra. Nunca tendré palabras porque me siento huérfana. Abráceme si puede y cuando no pueda cierre los ojos como quien parpadea para escaparse a la fiesta del cielo que está por caernos.  Somos la muerte y la vida servidos en la misma mesa. Déjeme ser la sal que se le cuela por los poros en forma de agua. Sí, estoy nerviosa porque me adentro en sus ojos, me dejo perder en el recuerdo de usted debajo de mi. Tremenda nobleza que adorna la fantasía de adorarnos sin verdadero amor. Ahora nada puede ser mejor que tener vivos sus labios en los míos. Lo pienso y de inmediato me embriago, no porque el licor lo haga más fácil, es porque tiene el poder divino de arrojarme al deseo inmediato, de acabarme sobre usted. Otra vez me palpita el deseo, es como el lenguaje de un cuerpo que quiere acostumbrarse a su forma. Usted está hecho de viento y en él me ...

Soñarlo

El sueño... suspensivo en los surrealistas, barreras de la realidad, golpes sobre la espalda como caricias en el alma, almohadas y cantantes, dramas de adolescente, versiones de jazz, brujos, mariposas, sábanas en agua, inhalaciones sin aromas, tu beso, mi beso, nuestro sexo. Estás a escasos 2 pasos, te pienso como si nunca hubieses llegado. El sueño... otro lenguaje, le canto, le hablo, le beso, le doy la espalda y lo estrello contra mis muslos.  El sueño... la piel, la razón, la pre-ocupación. Tengo oraciones que suben por la torre. El sueño... me arrodillo y me confieso, mis ojos en los tuyos, mis labios en tu carne. El sueño... tu cama es mi parque, las golondrinas son aves muertas en el balcón, adentro somos tu y yo. El sueño... recuerdo nuestra historia y seguimos siendo tres. El sueño... mi mano en tus espinas, me mantengo atada. El sueño... detalle, lunar, silencio, cuerpos. El sueño... usted.

Cartas De Duelo. Primera Parte.

By Guajira Psicodélica Del mar sólo queda la marea, esos amores de los que nacen niños sin llanto, sin alma. Esta no es una carta común, es un abrazo. No soy nada buena con las palabras, las uso mal todo el tiempo, le temo al diálogo, al sonido de aquello que jamás comprenderé del amor. Hoy me vi frente al espejo secando lágrimas con absurda delicadeza para no echar a perder el rímel. Vi en estos ojos el dolor de cualquier animal, que sin sentencia ha sido capturado. La calle es una jaula, la oficina su candado, el aire es veneno. ¿Cuántas veces esperamos regresar a las historias sin comienzo? Nos vemos obligados a propiciar espacios inexistentes, a abrazar la esperanza, a convencernos de verdades que parecen frases imposibles. El hastío, el engaño, el depredador. Linda, somos un par de aves, nos han atacado y aún sabiendo aquello nos aferramos a cuidar el nido... vacío. Decimos adiós sin alejarnos, jugamos el juego de los egos, bañamos todo aunque se desborde de humedad. ...