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Oraciones Inconclusas

Tengo de tu discurso, las pausas para respirar, Tengo de tus ojos, su color que muta en mi alma, Tengo de las calles, una ruta predilecta, Tengo de la lluvia, el abrazo del viento. Tengo una sonrisa que creció en mi vientre, Tengo espacios vacíos, para llenarlos de mi, Tengo vicios para recordarte, Tengo puertas para encerrarme. Tengo conjuros en la mirada y silencios en la piel, Tengo abrazos en el alma y ruidos en la memoria, Tengo lugares que no recuerdo e historias para hacerte cartas. Tengo ventanas para verte llegar. Tengo manos inquietas para hacerme melodía, Tengo pretextos para invocarte desnuda, Tengo los labios fríos para llamar tu calor, Tengo una garganta que guarda la humedad de tu voz. Tengo los minutos para hacerte poemas, Tengo los días para mirarte partir, Tengo la vida para encontrarte y sonreír, Tengo la distancia para creerte cerca. Tengo las iglesias para vaciar mis pecados, Tengo los árboles para plantarme ahí, Tengo la piel para vestir...

Lugares Oscuros

Foto: Nona Limmen En mi mano derecha permanecía el teléfono y vibrante como el eco de los truenos mi mano izquierda se empapaba en llanto. Dejé en la llamada el peor adiós, simple y a la vez maltratado. Los relámpagos nacieron justo después de la 'ausencia', palabra hecha mujer que dio a luz el espantoso grito de lo oscuro, lo solitario. Intenté mirarme al espejo sin decir nada, pero la vista al poco tiempo parecía bailar entre reclamos. Mis ojos eran gemelos hechos en un vientre oscuro, limitados a la memoria de las venas que dibujan ríos, como si la vida fuera líquida, como si en cada puerto existiera el amor. Agarré el crucifijo, grité cualquier oración, manipulé su nombre con sátiras y poemas, finalmente no quería invocar a Dios, quería sentir que su partida podía hacerme una mujer malvada. Intenté embellecer mi cuerpo, me quité las sedas, me lave la cara y era yo, con la sangre del vientre entre las piernas, las malditas lágrimas negras de la vergüenza...

Entre Irse y Alejarse

Apenas el sol acariciaba las constantes de la ciudad, todo como siempre tan manual, su rostro estaba pleno de sudor, ese que no puede percibir cualquiera. Era una hada, de esas que rondan envueltas en alguna tela ligera, arrugada. Ella era otra vez esa dama hecha de gracia y primavera. Iba por las calles bailando, su mente era un lugar, ese lugar era él y el extraño color de su mirada. Se tomó el tiempo para acariciar un mantel cualquiera en la avenida, pidió un café, aunque sabía que su cuerpo quería otra cosa, entonces detuvo cada sorbo para dar lugar a la terrible verdad que la extrañaba. Adornada con aros y pulseras, su corazón de flor escarlata y su pelo se hicieron uno con el otoño. El rugir de las hojas maltratadas por algunas huellas le hacían descubrir el olor de la fragilidad. Se alejó de ese lugar donde cualquiera supone una verdad, donde los credos son mitos y las razones se las beben como cerveza. Ella llevaba una fiesta en el alma para mantener la risa con la que...

Las Cartas De Efraim

Ya habían pasado por todo mi cuerpo las oportunidades para las pesadillas. Más de 22 veces en los últimos dos meses. Tenía la cura para los golpes, prefería pasar los sábados en casa, invisible sobre la cama hasta las 11:00 am, inventando canciones, tratando de remendar la misma guitarra, así como haciendo dobladillos con mi memoria, pensado en lo que debía olvidar. Los viernes en cambio, estrenaba camas, solía bailar desnuda del mismo modo que lo hago frente al espejo, cuando definitivamente insisto en lo ridícula que es mi vida y mis ambiciones corporales. El viernes era pues para las traiciones eléctricas, esas que me conocen desde los 13 años, las mismas figuras enormes volvían a atravesarme con tan poca dulzura. A los siguientes ocho días, si antes no se me cruzaba el afán, recolectaba las desgracias de los "hombres perfectos", su aroma siempre intacto, como el blanco de sus manos bañándose en mis lunas.  Tuve días en los que el negocio no era próspero. Volvía...

Ecos y Supuestos

By LaMirona La lluvia cae por razones obvias para nosotros, llega justo para aquellos que no paramos de darle crédito a las voces. Tengo los ojos vendados por tu mirada asustada, sigues llorando, eres de mis brazos la necesidad de abrazar, la piel se esfuerza en encontrarse contigo, y apenas me sorprendo con lo que encuentro en tu mente, eres un pequeño atrapado en los esfuerzos de sobrevivir al suicidio. El pecho se me ha dilatado, las mujeres son al final las virtuosas, nacidas para cantar y romper aromas, miedos y cuerpos a la mitad. Volví a encontrarme con la niña que pasaba las tardes enteras quieta sobre su cama, tratando de entender ese salón de voces. La bruja dice que es un don, qué es mi angel tratando de decirme cuántos encuentros tendré contigo. Vienes con los pasos iguales a tu forma de acariciar, esa práctica que involucra tu mirada color bosque... La injusta mujercita que escribe rutinas de una viuda, permanence aparente, es la misma que se ha podido sentar ...

Imposibles y Anticipados

Nudegrafía En mi naturaleza no hay orden, tengo la mala costumbre de hacerlo todo mal, me dejo seguir y nadie tiene que atraparme, experta en entregarme. Lloro la soledad, pero duermo abrazada a ella cada noche, a veces le saco llantos haciéndole creer que hago el amor con un mismo cuerpo, cuando cada que vuelvo a nacer me encuentro seguido con cualquiera de mis amantes. El diablo se ha vuelto puntual, se me cruza en cada bar, me muestra su puñal y afirma que me luce si lo dejo entrar. Las sombras se alargan y acaban al pretender mi regreso a usted. Me reduzco a la fragilidad de las sábanas, me entrego misteriosa, me vuelvo carga de alta tensión, su silencio y su pudor, su vergüenza habitual, es la foto que vuelvo a acariciar, esta noche vuelvo a verle y no paro de temblar, tengo la piel invisible, cada órgano se desprende de mis miedos, la libertad del sexo es el paraíso de mi mente, es un absurdo lugar, que acaba en la ira de perderle.  Tendones, cadenas atadas a la...