Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2025

Mujer Miel

Tú que brillas en mí, mujer de ríos y miel, caminas bajo mi piel, sigilosa como la luz del alba. En cada pliegue de mi voz floreces en silencio, y haces del aroma de la piel una promesa dorada. ¡Oh mujer de aguas dulces! Tienes en tus manos la pureza de mi espejo, el costado tibio de mi ternura dormida. Eres la caricia que despierta la certeza de mi corazón, la certeza de que puedo amar sin pedir permiso. Con solo existir entre mis latidos, llenaste de pétalos de oro lo que antes temblaba, dibujaste con tus dedos la curva suave de mi río interno, esa corriente que ahora sabe devolverte el canto. Tú, presencia delicada y firme: ¿sabes que todas las veces que me sonrojo ante la belleza, es tu risa la que me empuja a brillar? ¿Sabes que el modo en que ordeno mis adioses, es la misma danza con la que tú repartes el amor? Eres un espejo y necesitas mi mirada para ser, como yo necesito tu espejo para encontrar mi cara más dulce. Juntas: tú y yo, mujer río, en un abrazo sin...

.- -.-- ..- -.. .-

La niña sigue pidiendo ayuda,   Perdió el galopar de su corcel, La rabia que revestía su torso, Se oxidó y le amarra los gritos a la piel.   Las golondrinas sobrevuelan el pino, Desde que le prometieron volver, Los polluelos esperan en llanto, Y del hombre la palabra nadie volverá a creer.   La niña espera los pétalos caer, Las flautas gritan desde el cielo, Cada noche que ella se duerme, Su alma viaja para verlo.   A través del fuego ve a su amor Espantado en el invierno, Huyendo a gran velocidad, Escapa de las alondras de hielo.   A ella le zumban los oídos, Y sus letras pierden el habla, Mientras que muere de amor, Ya no tiene mensajes subliminales bajo la manga.   Líneas y puntos como lunares, Pidiendo a Dios que alguien la descubra, Su grito de ayuda se conserva, Entre su boca de mujer impura.

Alguien Tiene La Culpa

No te alcancé en los aeropuertos, no vine por ti al truco de los sueños, tampoco te cité en la oscuridad de los museos, no hubo latidos míos rodando en el suelo. Llegaste a la madrugada, tus botas puntuales a la nieve helada, mientras tu abrigo travieso con el viento bailaba, el abrazo de nosotros ni el terraplén alcanzaba. Existen dudas, millones de preguntas, estrellas que confundo con plumas, y plumas que los ángeles traviesos lanzan sobre mis lágrimas caducas. Volaste y borraste desde el cielo el rastro ardiente de tu alma en mis entrañas, soltaste de la rama las semillas más extrañas, arrugaste el manto fértil que forma la telaraña. Ahora la viuda ha matado al poema, las letras no quieren existir, para decir lo que hay que decir, las luces apaga y cierra violenta la puerta, no sabe que sigue, ni lo que hay por venir.

Nuevas Células

Pedacitos, trocitos, algunas pequeñas células en la hora de su muerte se van despidiendo de su saliva, del eco de su voz adulta que alcanzó a través de ondas a acariciar los huesos. Solitas y diminutas se proponen desvanecer, ya no vino, ya no existe para la piel nueva que creció y el aroma que lo revestía ya no cabe en la memoria.   El sol y la luna no volvieron a estrellarse en el firmamento, los anuncios estelares de una oportunidad más se quedaron hibernando en los polos. No hay palabras que aparezcan para salvar al poema, desde la distancia lo ven caducar, perderse.   Mi cuerpo cambió porque las nuevas fibras crecieron solo para cargar con la pena y no para recibir la calma de sus besos. Solos en el río se sueltan los cabellos que alguna vez presenté a sus manos. El último pescador que me subió a su barca, con el deseo de salvarme, me tiro al agua en la mitad de la nada.   Hasta las plumas del águila se despiden cuando ya están demasiado grandes, es que el peso de un...

Niña No Te Duermas

Tú, en la madrugada entre sábanas Con tu vestidito blanco y diminuto Con tus manos a cada lado Aprendiendo a vivir sin él.   Tus ojos como perlas en el mar, Brillantes bajo las sombras. Traviesa en tus pensamientos Cantando en susurros su nombre.   Tú, exhausta y lista para partir Elaborando túneles de neón Para atravesar mi plano Y dormir apretando sus manos.