Tú, en la madrugada entre sábanas
Con tu vestidito blanco y diminuto
Con tus manos a cada lado
Aprendiendo a vivir sin él.
Tus ojos como perlas en el mar,
Brillantes bajo las sombras.
Traviesa en tus pensamientos
Cantando en susurros su nombre.
Tú, exhausta y lista para partir
Elaborando túneles de neón
Para atravesar mi plano
Y dormir apretando sus manos.
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