Quietud. Silencio. Es como la pasión de los cuerpos que están por morir, todo es feo, más mi corazón no se interrumpe, con los días aprendió a latir a su ritmo, al compás de sus pasos que vienen y van. Tengo mi piel lista para el duelo, hoy soy luto y no es porque esté matando una historia, es porque antes de regresarme a la vida, me conoció viuda.
Puedo cerrarme las puertas, verlo esperar afuera, entender que lo que le dolió ayer, a mi hoy me quiebra, me abandona. Pero la distancia es prima del anhelo, espera como esta eterna melancolía y ha dejado de ser un sentimiento para convertirse en nuestra fe, nuestra inquebrantable fe.
Puedo cerrarme las puertas, verlo esperar afuera, entender que lo que le dolió ayer, a mi hoy me quiebra, me abandona. Pero la distancia es prima del anhelo, espera como esta eterna melancolía y ha dejado de ser un sentimiento para convertirse en nuestra fe, nuestra inquebrantable fe.
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