Nudegrafía En mi naturaleza no hay orden, tengo la mala costumbre de hacerlo todo mal, me dejo seguir y nadie tiene que atraparme, experta en entregarme. Lloro la soledad, pero duermo abrazada a ella cada noche, a veces le saco llantos haciéndole creer que hago el amor con un mismo cuerpo, cuando cada que vuelvo a nacer me encuentro seguido con cualquiera de mis amantes. El diablo se ha vuelto puntual, se me cruza en cada bar, me muestra su puñal y afirma que me luce si lo dejo entrar. Las sombras se alargan y acaban al pretender mi regreso a usted. Me reduzco a la fragilidad de las sábanas, me entrego misteriosa, me vuelvo carga de alta tensión, su silencio y su pudor, su vergüenza habitual, es la foto que vuelvo a acariciar, esta noche vuelvo a verle y no paro de temblar, tengo la piel invisible, cada órgano se desprende de mis miedos, la libertad del sexo es el paraíso de mi mente, es un absurdo lugar, que acaba en la ira de perderle. Tendones, cadenas atadas a la...