Empezaba un momento de recetas, secretos, simulacros y destinos encontrados a la fuerza y muy tarde. Habían pasado seis crudos meses en los que yo andaba en el ir y venir del sexo con un desconocido, la rabia la de soledad, el miedo a la oscuridad y el llanto por sentirme derrotada. Sin embargo en ese tiempo seguí acunando sus vacíos en mi vientre, le dejé llegar a mi una y otra vez aunque sentía que se me desgarraban las entrañas y que un feto gritaba irrisorio como quien sufre por estar allí en ese cuarto húmedo y oscuro lleno de trampas, mentiras y placeres fingidos.
Los días, además de envejecer las ganas, nos alejaban. Cuando volvimos a vernos nos hacia el espacio una jardinera de un sitio rudo, frío y estúpidamente político, nos odiábamos, no soportábamos seguir apalancados en la rutina de poderes, aunque su mirada sin necesidad de dilatarse ante mi, me rogaba, me pedía a gritos que no le dejara ir.
La vida me había puesto en la magia de la receta que es encantadoramente precisa, ya nada de lo que nos ataba podía reemplazar aquello que por milagro del viento llega por sí solo. Mi vida era otra, empezaba a verle el rostro y se me hacia muy común, él ya no tenía nada por lo que yo debiese sufrir o comparar con algún otro. Su olor era distinto, ya no me pertenecía, pero él tampoco se pertenecía a si mismo, era de alguien a quien le gusta que se le humillaran a los pies, ella era francamente fea, su mirada era una mentira y su alma era infantilmente insoportable.
Sin embargo, este hombrecito seguía pretendiendo encontrar en mi todas las oportunidades que le otorgase la vida. Sus manos en mi cintura, me agarraban y no me dejaban huir, sus labios latían pidiendo palabras sobrepuestas a un beso, sus voz me imploraba un día más para amar, su espíritu soñaba con ese septiembre que llegaría y nos robaría del mundo por 24 horas en las que el amor consumiría el hambre, el frío y el deseo, era nuestro plan, daríamos así la espalda a nuestro presente, para entregarnos al pasado que nos hizo uno. Abrazos extensos, orgasmos con llanto, sueños liberados uno frente a otro, calor, secreto y despedida.
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