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Tengo Miedo

Ph: Nona Limmen Tengo miedo de necesitarle, de sumar su nombre al volumen de libros que hablarán de usted, de los dos. Tengo miedo ahora. Tengo miedo de salir a la calle, de ir con mi sonrisa pintando panoramas en los que de pronto por error o por casualidad su mirada vuelva a detenerse en la mía. Tengo miedo de entrar en desespero y gritar desde la azotea una gran verdad. Tengo miedo de seguir suponiendo que los días que usted me falta son solo la dulce espera de una oportunidad juntos mañana, el año que viene o la vida después del más allá. Tengo miedo de despedir al sol poniente con otra lágrima más, de apuntar mis brújulas hacia usted por siempre. Me asusta el silencio que me pone en el encuentro inefable de sus fotos frente a mi boca y el deseo latente de su faro nocturno. Tengo miedo de perderme en las aguas de sus labios y seguir a la deriva sin ver orilla. Tengo miedo de aceptar que me ha olvidado, que ya no estoy en el recuerdo de un lugar perfecto. Tengo miedo de no ...
Labios de Nube By Nuberrante El día de su bautizo debieron llamarlo por sus 4789 nombres, cada día que se encrespaba en la atmosfera él era un hombre distinto. Por ejemplo, era silencio de enero, de gentes cansadas por la fiesta y el licor, después era un todo un gitanillo, con cigarro en mano y mentiras en cada pie, otros días, cuando me correspondía su abrazo, era Estocolmo crepitando desde las chimeneas, con ese manifiesto de dorados tonos y nieblas tras la ventana. Ese tipo tenía consigo la responsabilidad del clima, brillaba con las gotas matutinas del rocío, se libraba entre el jugueteo del viento con las palomas de la plaza y al contacto con el sol, hacía posible la existencia de las hadas, de los perros jugando en cada parque, de los niños que sonríen al extraño y de los besos que se quedan serpenteando en el eco intermitente de los sueños. Sin darse cuenta, a este hombre lo abrazaban las castañas rugosas de las fibras de los billetes nuevos. Era la política travie...

A La Sombra De Los Árboles

Ph: Nuberrante Permítanme la sombra de los árboles adolecerme como la raíz que se quiebra, que se esparce a cada lado como calambre de la imaginación y me retuerce los recuerdos como imágenes difusas, incomprendidas y alteradas por el aura de quién se crece entre el dolor. Hoy el viento está más ausente, ya no golpea en las ventanas como la palabra perdón que busca siempre dónde reposar. El cielo se arropa de algodones para guardar la intimidad de su alma como hace tiempos el hombre se guardó la prudencia en el armario. Ante el espejo se aparece el olvido con cara de monstruo, me dice que a cada día mi mente va borrando las figuras que forman su rostro y me boto a la cama, a esperar a que el reloj me empuje al mundo en forma de amenaza para no llegar tarde a trabajar. Ahora que los minutos del día perdieron el impase de su respiración rodeando mi piel y que ocupé la mente en todo y en nada, me detiene una ventana que brilla con luz amarilla, que almacena cajas de cartó...

Destiempo Y Fracaso

Hay Poemas Que Son Manos - Nuberrante Tienes manos de viejo De viejo saco que se abandona en cada silla de la casa, que se prepara para el consuelo en medio de una taza de té y que con la excusa de la lluvia viene a mi como un abrazo. Tienes una voz pintada con sepias que juega con el ritmo como mi comercial favorito, porque si te digo que suenas a poema te hago las líneas de un verso maldito. A mi que me gustan los tonos del sol despuntando en la mañana, avergonzado tocando las montañas, tenía que dárseme el lujo de dormitar en la primavera de tu mirada. Tu paso agigantado me llama como sonajero al canto, me ríe en la calles que poseen tu rastro y me impulsan a la cita que todavía aplazo al destiempo y al fracaso.