Le extraño con furia.
Cómo las olas cuando se impulsan para morir.
Entre el sitio y la hora donde la pasión se convierte en herida.
Pierdo siempre ante el recuerdo.
Le extraño con voluntad.
Dispuesta siempre a morir en el silencio.
Ahí donde la lluvia borra las huellas y el aire eriza las plumas de las aves.
Le lloro y ya no es secreto.
Le extraño con conformidad.
Porque aunque el pacto me doblega ante la ira y sus dominios.
Aquí dormimos en un mismo abrazo la renuncia y el delirio.
En este instante, le extraño.
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