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Mostrando entradas de octubre, 2014

La Despedida

Estaba sentada en el rincón de un pasillo helado. Ya las cosas habían cambiado el sabor de la tinta y las ganas estaban inundadas en las lágrimas de un placer que parecía ceniza. Ya había reservado un espacio en sus besos y solo debía calmar el asunto en la fila del tiempo. Mi obligación para sobrellevar los desgastes del tiempo, era decirle a mi nuevo pasado el cómo y porqué el final se interpuso en un momento en el que aparentemente había oportunidad. Me arrojé pues a la letra de una carta que empezaba así: Fuiste el sueño de aquella mujer inexistente y la base de ese soldado cansado del viento. Me diste tu mano en un sitio sagrado y me sujete al afán de darte todo, porque era obvio que un día común saldría por la trastienda de lo que construimos. Antes de marchar, ¿podrías acomodarte a mis favores, y ejercer sobre mi la fuerza de una nueva forma de sentir? Y aunque todo el tiempo lo tuvimos para respirar, mi mayor orgullo fue, además de haber tenido todo el tiempo para amart...

Y Ambos Esperábamos

Ya había superado una parte del duelo, me vi ahí en medio del deseo y la presión por cobrar aquellos males que por la inseguridad y la desazón me había ganado. Sentí que la velocidad y los besos del engaño ya habían mermado, estaba tranquila. Suponía en ese momento que era tiempo de volver a las lágrimas de quien se siente sola por enviudar tan joven y de ese modo presentía que los abrazos fríos y los besos postizos, volverían. Pero mi sexto sentido jugaba con mis pretensiones. Me había acostumbrado a los cambios en los que la temperatura variaba cada segundo y al extraño ritmo de mi corazón que le latía a un hombre diferente pero con la marcación de siempre. Sí, me lo había propuesto, quería descansar un poco, cerrar los ojos y habitar mi yo, mi completo yo. En ese sueño tan mio y a tan profundo, estaba él, había aguardado por mi durante casi un lustro, la ingenuidad no se había borrado de su rostro, el del niño que yo había dejado frente a las fauces de la feroz vida sin amor. ...