¿Qué de malo ha hecho este amor que se ha merecido el olvido? La mariposa ya no le baila al viento y el perdón siempre les llega tarde. Los días han pasado y eres menos guapo yo menos mona. A esta piel que ya invitaste a merendar, se le olvida tu abrazo de espejo. La desgracia viene y va poniéndose siempre de moda, el tacto de tus manos apoyadas sobre mi vientre aún no se va, no se evapora. Mi octubre despunta entre mi Eva enamorada. Tu sabor a mí proclama que no tienes que quererme para atarme nuevamente a los tendones de este aliento contenido que cuenta tus gemidos. Estos libros que te he escrito no nombran el impulso con el que empiezo el día cuando apenas va cayendo cuando apenas va muriendo. En esa agonía baila tu apellido y el impostor que te tiene allí jugando a ser dios se burla de mí. A la sombra de cada árbol vive esta agotada juventud aspirando a ti a tu oscuridad a la cura que es tu cuerpo ...